jueves, 5 de febrero de 2015

Sometido a tu amor.

Abducido por los juegos del azar me vi,
cuando de repente quise satisfacerte a ti.
Un aficionado más,
al juego de esta oscura sociedad,
de esta oscura realidad.

¿Y quién me iba a decir a mi
que teniendo a la ruleta como mejor amiga
pronto se convertiría en mi peor enemiga?

Fíjate, no sois tan diferentes.

Unos ratos la amaba,
mientras que otros simplemente la odiaba.
Al igual que a ti,
que causas en mi todas estas agonías,                 
todas estas simpatías.

Es todo tan contradictorio...
que a veces me gustaría sacarte de mi repertorio.
De mi repertorio vital,
el que te tiene en un pedestal.

Es que no puedo dejar de preguntarme
¿cómo consigues matarme de celos?
Y encima con esos lelos a los que tú llamas amantes.

¿Es sólo simple venganza?
¿Tu forma de ser?

Ven.
Ven y explícame.
Explícame y hazme entender
que sin ti la vida sí que tiene sentido.

Pero qué sentido va a tener
si cuando te alejas junto a él...
me haces sentir y ver que no lo tiene.

¡Te amo! Te amo tanto
que a veces me dan ganas de acabar
con todos ellos, tus amores, tus temores.
Me dan ganas de acabar contigo
y es por eso que me someto a ti.

Porque sin un poco de odio no hay amor
y sin un poco de amor no hay odio.

Agh. ¡Te odio! Te odio tanto
que a veces desearía borrarte de mi memoria,
pero esa es otra historia.

Y si lo hiciera,
le pido a dios, que me muera.
Mas no sin antes haberte llevado a ti
para volverte a conocer,
en otras circunstancias,
una y otra vez.

Y dime, ¿si lo hiciera?
Seme sincera...
¿Matarías a tu otro amor
para reunirte también con él?
¿O me lo encargarías a mi sabiendo...
que te lo voy a complacer?

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