domingo, 1 de febrero de 2015

Another way of life.

¿Alguna vez os habéis preguntado qué es lo que haríais si de la noche a la mañana una gran fortuna llegara a vuestras manos? ¿Quién no se ha llegado a preguntar o le han llegado a preguntar en algún momento de su vida que qué es lo primero que haría si se volviera rico? Oscar Wilde y Woody Allen coincidían en el hecho de que el dinero no da la felicidad, sin embargo nos causa una sensación tan parecida que haría falta de un especialista para verificar la diferencia. Es cierto que no trae la felicidad consigo pero estoy segura de que tú, que estás leyendo esto, y de que yo, que lo estoy escribiendo, preferiríamos llorar en un ferrari. Al igual que es cierto el hecho de que si no lo tienes, es casi imposible avanzar ya que a día de hoy el dinero se encarga de manejarnos cual marioneta a todos nosotros y a todo lo que nos rodea. 
 El "dime cuanto tienes y te diré cuanto vales" es como el "dime con quién andas y te diré quién eres", siempre ha estado presente en nuestra sociedad, al igual que las apariencias y las posesiones. 
Ese trozo de papel junto a esas monedas que cada día se hacen más de rogar, hacen que lleguemos a caer en un estado de engaño y esperanza hasta el punto de ponerse a soñar y a planear el qué haríamos si nuestra situación económica diera un giro de 180 grados.
¿Pero es cierto que no da la felicidad? ¿Quién no se ha alegrado nunca al encontrarse dinero cuando iba andando por la calle? En mi caso, el Jueves, iba yo camino a casa cuando de repente me encontré 20 céntimos, que por nada que parezcan, pueden llegar a alegrar bastante un pésimo día, pueden hacernos creer que la suerte está de nuestro lado a pesar de que en verdad no lo esté.


Haciendo relación con las citas que hemos tenido que buscar sobre el juego, se podría decir que el dinero al igual que el juego destruye más que el fuego. Porque a pesar de que ayuda bastante a cubrir las necesidades y satisfacer nuestros pequeños caprichos, puede llegar a cegarnos hasta tal punto de perder el control y no llegar a saber quién eres realmente, quién eras antes de poseer tal fortuna. El dinero en exceso puede llegar a volverte loco, arrogante y un gran megalómano.


 Y es que en los tiempos de crisis en los que nos encontramos ¿quién no daría lo que fuera por volverse rico y dejarse de preocupaciones? Si total, una vez que fueras rico, recuperarías al instante lo que diste por serlo. ¿No? Bueno, en el caso de que lo que hayas dado sea algo material.


En fin, no voy a entrar en temas poco relevantes aunque tengan que ver con esta entrada porque pienso que cada persona con una pequeña dosis de madurez en sí, sabe y conoce de sobra el comportamiento de la sociedad. 
La dualidad de mundos que existen en nuestro planeta tierra, el rico y el pobre, su gente. 
Todos sabemos que muy distintos no son ya que en estos dos mundos que se encargan de componer uno sólo, existe de todo. 
Si nos ponemos a generalizar sobre los ricos y su comportamiento ya estaríamos llegando a tocar el lado de aferrarnos a los tópicos y los estereotipos que comentábamos en la entrada anterior. Al igual que si nos ponemos a generalizar hablando sobre la gente pobre. Ni todos los ricos son más felices, estúpidos, seres superiores, o cualquier cosa que se digan sobre ellos, ni todos los pobres son vagos, delincuentes, amables o infelices. 
Indudablemente en los dos mundos abunda la hipocresía, la conveniencia. En los dos mundos aparece el tópico de las apariencias y de las posesiones de las que hablábamos al principio de esta entrada. En el mundo en sí, ya seas rico o pobre siempre vas a ser juzgado por esta sociedad que nos rodea.
¿O acaso pensáis que esta misma entrada que estáis leyendo no va a ser juzgada? 
Ya puede ser como buena o mala, bonita o fea, apropiada o poco apropiada, oscura o clara. ¿Veis? Juzgada.


Creo que es hora de compartir con todos vosotros mis futuros planes de vida si me llegara a tocar la lotería o si súbitamente apareciera en mis manos la herencia de algún familiar bastante rico y lejano al que nadie conocía pero el que decidió tomar la inteligente decisión de dejármelo todo a mi.


Comencemos.
 Lo primero que haría sería comprar una katana, sí, como leéis, una katana. 
Os explico, una vez que me hiciera con ese gran regalo material llamado fortuna, notaría como ciertas moscas revolotearían a mi alrededor. Por tanto y siendo claros, la utilizaría para alejar a toda esa gente que de buenas a primeras se hace tu amiga del alma para luego clavártela por la espalda, para aprovecharse al máximo de ti y de tu reciente fortuna. Con esto no quiero decir que me vaya a cargar con la katana a todo aquel que se me acerque, ya sea con buenas o con malas intenciones, pero sí que me divertiría un pequeño rato haciéndole pasar un susto, para que se las piense dos veces.


Lo segundo que haría, sería marcharme de Salobreña hacia otra ciudad o incluso hacia otro país, no tengo claro a cual, lo decidiría en el momento. Pero claro, no me iría sin antes haberme pasado por Granada para recoger el mejor regalo de cumpleaños y para poder aprovecharlo al máximo. //Thank u Brother//
Y sí, chicos y chicas, la típica gran mansión estaría entre mis planes.
Pero no sólo tendría una gran mansión, sino que también un gran chalet de lujo con piscina, varios pisos para alquilarlos -excepto uno que sería para mi- en varios lugares diferentes, varios coches, una caravana y una gran casa a las afueras llena de gatos. ¿Llena de gatos? ¿Obsesión? ¿Exagerada? Lo sé, ahora mismo vuestra cara es un mundo. Sin embargo, me da igual lo que penséis. Gato abandonado que viera por la calle, gato que me llevaba a mi gran casa de las afueras.
Obviamente todas estas viviendas tendrían asignadas a sus empleados correspondientes para mantenerlas siempre intactas. Porque sí, porque puedo o más bien, porque podría.
Ante todo, sinceridad.


Dentro de estas grandes viviendas me encargaría de que en la mía oficial, porque las otras serían para ciertas ocasiones -sin contar la de los gatos a la cual iría siempre para verlos-, construiría una gran sala de karaoke por un lado, por otro lado a pesar de la vagueza extrema que me caracteriza, construiría una sala para hacer deporte con sus cintas de correr y sus sacos de boxeo, entre otros. Una gran sala de juegos. Una sala de lectura, otra de estudio. Y por supuesto, como no, una gran sala de cine, en 3d y lo que no es 3d.


Compraría el mejor telescopio que existiera para poder observar de cerca y mejor todo. Dentro de la mansión construiría otra sala aparte llena de todo tipo de chucherías y de todo tipo de chocolates, una sala en la que en vez de agua en los grifos, salieran de ellos nutella. ¿Para qué preocuparse por los dientes? Si con todo el dinero que tendría podría pagarme una limpieza a fondo, o cambiarlos si desgraciadamente llegara a cierto punto de caries.
Está claro por lo que leéis que, hasta que las aborreciera, me hartaría de comer todas mis comidas favoritas.



También, aunque no lo parezca, me encargaría de participar en alguna película como protagonista a ser posible, y en alguna serie. Viajaría por todo el mundo en general. Irlanda sería uno de los lugares que visitaría primero junto a cierta persona con la que ya desde hace tres años lo llevamos planeando. Otro de los primeros lugares a los que iría sería a Disneyland, porque simplemente es una experiencia que me gustaría vivir.



Por supuesto y sin pensarlo dos veces, ayudaría en todo lo que pudiera y más, a mi madre y mis hermanos. Y a todas aquellas personas que me demuestran o me han demostrado que aunque sea un poco, les importo. A todos aquellos que, cuando me han visto mal, no han pasado del tema, se han preocupado y han hecho todo lo posible para sacarme una sonrisa y para no hacerme sentir sola o peor de lo que me sentía.
Me encargaría de crear una cadena de televisión en la que se transmitiera sólo puro anime y donaría algo de dinero, a ciertas asociaciones.
 Iría a todos los conciertos que pudiera y visitaría cada vez que quisiera a todos mis amigos conocidos a través de las redes sociales que no se encuentran en mi localidad. Y claro, siendo rica, tendría la oportunidad de conocer a mis cantantes y actores favoritos. Cosa que no dudaría en hacer.


Bueno, una gran cantidad de cosas más, ya fueran necesarias o no. Está claro que la mayoría de las cosas mencionadas no lo son, pero el tema es pensar en lo que harías. Otra cosa luego es la práctica. El hacer todo esto si realmente me tocara. Creo que me faltaría vida para hacer todo lo lo que he dicho y demás, ya que construir una gran mansión, viajar por el mundo y todo lo mencionado requiere bastante tiempo. 
En fin, dejemos de soñar y bajemos a la realidad.


Una vez leí que el pesimismo es el lujo de los ricos, pero realmente, pudiendo obtener todo lo que quisieras ¿qué te hace ser pesimista?


Oh, es cierto. No lo puedes obtener todo, sólo tienes varios trozos de papel que te controlan. ¿Dónde está el cariño? ¿Donde está el amor? ¿Dónde está la amistad verdadera? 
¿Dónde está ese gnomo de piscina de los sims 4 en la vida real? 
Ups, creo que me he desviado del tema.


Buenas tardes y que paséis una feliz semana.

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