Villanos, antihéroes, malvados, hijos de puta... llámanos como quieras, somos amor y lo sabes.
Eso es lo que diría tanto mi antihéroe interno como el tuyo. Todos tenemos una parte antihéroe, mala o villana que nos caracteriza, hasta la persona más "inocente" que puedas conocer. Y eso es debido -nada más y nada menos- a que la gente inocente, a día de hoy, ya no existe.
Dentro de este planeta sólo quedan buenos actores y buenas actrices que se ocultan bajo esa faceta. Incluso hasta la hija de cuatro años de tu vecina a la que ves todas las mañanas con su carita de niña buena y tan pequeña, dirigiéndose hacia el colegio agarrada de la mano de su madre, podría ser una gran fiera que se muestra como una gatita recién nacida para demostrar que no se compara en nada a ti, que la sociedad te ha calificado como malvado y despreciable. Como un demonio hijo de Satán.
Hasta la gente más inocente -si así le queréis llamar- tiene un lado hijo de puta que más tarde o más temprano acaba mostrando.
Y cuando lo muestra, el golpe es más fuerte y te impacta más ya que no te lo esperabas. Pero es mejor no desviarse del tema, ¿héroe o antihéroe?
Ya sabemos que nadie nace siendo un héroe a la vez que tampoco nace siendo antihéroe. Cada persona tiene sus preferencias, aunque según este artículo tendemos a elegir a los antihéroes ¿es eso cierto?
¿Somos más de 'malotes' que de 'buenazos'? ¿De villanos que de honestos? Creo que eso depende de cada persona ya que como sabemos, en el mundo siempre hay dos opciones que se contraponen, y en este caso podemos diferenciar entre los 'malotes buenazos' y los 'malotes hijos de puta'.
Los primeros diríase que son los que intentan ir de malos pero su lado "cacho de pan" no les deja. Y los segundos son más los que van a hacer daño de verdad, los que no tienen añadida en su diccionario la palabra 'razón', 'justicia' o 'perdón' porque poseen la falsa creencia de que ellos son la razón, la justicia y el perdón, porque todas sus acciones nunca deben ser cuestionadas y si lo son, atente a las consecuencias.
En el artículo se afirma que "con buenos sentimientos no se hace buena literatura", ¿eso quiere decir que los autores que han hecho buena literatura han presentado malos sentimientos en sí mismos para crear a un antihéroe en sus historias que le de vidilla a la obra? ¿Nuestros autores son malvados? ¿Puede ser entonces cierto que Shakespeare sea un asesino de la mayoría de sus personajes por en su juventud haber apreciado el trabajo de carnicero que tuvo que ejercer junto a su padre? Viviremos en la ignorancia ante la respuesta de estas preguntas.
Lo que es un hecho, es que en cualquier libro, serie, o película, si no existe un antagonista frente al protagonista, algo va mal. Estamos acostumbrados a ver dos visiones, la 'buena' y la 'mala', en la que casi siempre el bien supera al mal y todo acaba en un final feliz -por así decirlo- que nos maquilla la verdadera realidad en la que todo no es tan bonito. Indirectamente nos consiguen engañar para crearnos la falsa esperanza de que al final todo acaba bien, pero debemos saber que lo que estamos viendo o leyendo sólo se queda en eso, en una serie, en una película o en un libro. La realidad se manifiesta transmitiéndonos otro mensaje.
Oh, 'realidad', dulce concepto que anteriormente analizamos ¿por qué te nos manifiestas? Déjanos vivir en nuestro mundo ideal, con nuestros caballos ideales.
*Filosofa mode on*
Si Demócrates renaciera y leyera el artículo que afirma que el mal ha superado al bien y que el malo atrae más que el bueno, digamos que cual Werther le pediría una pistola a su contemporáneo Sócrates para realizar un viaje a otro mundo porque el suyo ya no tendría sentido al estar todo perdido.
Según el experimento del artículo, hemos matado al Craig que egoístamente dejaba a su suerte morir a su amigo John por el simple hecho de querer llegar a la cima cueste lo que cueste, y sin embargo no le hemos matado cuando -por otro lado- decide abandonarlo para ayudar a otros escaladores.
Mmm... ¿Hola moralidad? Sinceramente creo que el nivel de egoísmo es el mismo, ya que junto a los otros escaladores finalmente pudo llegar a la cima de la montaña abandonando, igual que en la primera situación, a su compañero.
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En el cine, los libros o las series frecuentemente nos encontramos con antihéroes. Werther sin ir más lejos se consideraba un antihéroe pero romántico, un antihéroe romántico caracterizado por ser rebelde, inadaptado, inconstante, egoísta y sobre todo, aventurero.
En el cine, encontramos de entre tantos al conocido capitán Jack Sparrow o a nuestra amiga Maléfica. A Sparrow sólo por el simple hecho de ser un pirata ya estaba juzgado de por vida como malo y por ello la sociedad decidió que debía ser condenado a la horca al igual que todos los de su especie -aunque fue una condenación sin éxito-, quizá por eso nuestro pirata es así como es, tan genial.
Por otro lado, aparece Maléfica, que en la reciente película nos muestra el por qué es como es, el por qué comete todas esas acciones. En este último caso la película pretende justificar que la protagonista tiene un buen motivo para ser así, la traición fue lo que le llevó a esa manera de pensar, la traición junto a la decepción de la persona más querida y de la persona que menos esperaba. Es ahí donde recalco a nuestras personas que parecen "inocentes" de las que al principio de esta entrada mencionábamos.
Otro ejemplo que destacar sobre un antihéroe del cine es al famoso V en 'V de vendetta'. El único objetivo de V era liberar al pueblo del régimen totalitario y fascista que se había hecho con Inglaterra. Aunque más que como héroe o antihéroe, algunos lo califican como 'justiciero'.
Nunca me había parado a pensar en cuanto me gustan los antihéroes del arte. Pero hoy me he dado cuenta de que sí, me encantan. Obviamente todos no, porque existen bastantes antihéroes a los que no soporto, antihéroes o villanos que acaban con la vida de alguno de mis personajes favoritos en la serie o que de por sí se caracterizan por emanar asco mostrando su verdadera personalidad.
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No puedo olvidar mencionar a uno de mis antihéroes favoritos que se hace llamar Stewie Griffin. Su mezcla de lactante psicótico, violento y maligno con las cualidades propias de cualquier bebé, sin duda le convierten en uno de mis perfectos antihéroes.
Yuno Gasai o Light Yagami, son otros de mis antihéroes favoritos. El caso de Yuno, es un poco parecido pero bastante diferente al de Maléfica, lo similar que le encuentro a estos dos casos es que las dos actúan de la manera que actúan por el simple hecho de haber sido heridas durante alguna etapa de su vida. Dejó morir a sus padres adoptivos de hambre en la misma jaula en la que le tenían encerrada a ella lo que provocó que entrara en un juego mortal para convertirse en el nuevo dios del espacio-tiempo, protegiendo por encima de todo la vida de Yukiteru, su obsesión. Por otro lado, Light Yagami, bajo el nombre de 'Kira' asesinaba a todos los criminales con el objetivo de crear un nuevo mundo en el que él sería el dios. Un mundo en el que sólo él, sólo Kira, sería la verdadera justicia, y para evitar ser descubierto y capturado utiliza su increíble inteligencia y poder de deducción para cumplir sus objetivos, aunque finalmente, bueno, podéis imaginaros. Con estos dos ocurre el final que les caracteriza siempre a los antihéroes, la muerte (spoiler del bueno) ya sea de una manera u otra, acaban muertos.
Aunque he de aclarar, que discrepo en el hecho que afirma el artículo, de que sólo nos gustan los antihéroes y de que sólo nos pueden gustar ellos. Es cierto que nos gusta que los personajes tengan su chispilla de maldad, sin embargo, a mi me suelen gustar también y un poco más los buenos, los 'buenazos' como anteriormente les llamábamos. Los que se sientan a comer pastelitos y odian perder, los que siempre ganan, aunque acaben con ellos.
A los que no les importa invertir su vida y darla si es necesario debido a que saben que todos los humanos, sin excepción alguna, eventualmente mueren.
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