domingo, 22 de febrero de 2015

Hijoputísmo nivel: Antihéroe.

Villanos, antihéroes, malvados, hijos de puta... llámanos como quieras, somos amor y lo sabes. 
Eso es lo que diría tanto mi antihéroe interno como el tuyo. Todos tenemos una parte antihéroe, mala o villana que nos caracteriza, hasta la persona más "inocente" que puedas conocer. Y eso es debido -nada más y nada menos- a que la gente inocente, a día de hoy, ya no existe. 
Dentro de este planeta sólo quedan buenos actores y buenas actrices que se ocultan bajo esa faceta. Incluso hasta la hija de cuatro años de tu vecina a la que ves todas las mañanas con su carita de niña buena y tan pequeña, dirigiéndose hacia el colegio agarrada de la mano de su madre, podría ser una gran fiera que se muestra como una gatita recién nacida para demostrar que no se compara en nada a ti, que la sociedad te ha calificado como malvado y despreciable. Como un demonio hijo de Satán.
Hasta la gente más inocente -si así le queréis llamar- tiene un lado hijo de puta que más tarde o más temprano acaba mostrando.


Y cuando lo muestra, el golpe es más fuerte y te impacta más ya que no te lo esperabas. Pero es mejor no desviarse del tema, ¿héroe o antihéroe? 
Ya sabemos que nadie nace siendo un héroe a la vez que tampoco nace siendo antihéroe. Cada persona tiene sus preferencias, aunque según este artículo tendemos a elegir a los antihéroes ¿es eso cierto?
¿Somos más de 'malotes' que de 'buenazos'? ¿De villanos que de honestos? Creo que eso depende de cada persona ya que como sabemos, en el mundo siempre hay dos opciones que se contraponen, y en este caso podemos diferenciar entre los 'malotes buenazos' y los 'malotes hijos de puta'.
Los primeros diríase que son los que intentan ir de malos pero su lado "cacho de pan" no les deja. Y los segundos son más los que van a hacer daño de verdad, los que no tienen añadida en su diccionario la palabra 'razón', 'justicia' o 'perdón' porque poseen la falsa creencia de que ellos son la razón, la justicia y el perdón, porque todas sus acciones nunca deben ser cuestionadas y si lo son, atente a las consecuencias.


En el artículo se afirma que "con buenos sentimientos no se hace buena literatura", ¿eso quiere decir que los autores que han hecho buena literatura han presentado malos sentimientos en sí mismos para crear a un antihéroe en sus historias que le de vidilla a la obra? ¿Nuestros autores son malvados? ¿Puede ser entonces cierto que Shakespeare sea un asesino de la mayoría de sus personajes por en su juventud haber apreciado el trabajo de carnicero que tuvo que ejercer junto a su padre? Viviremos en la ignorancia ante la respuesta de estas preguntas. 
Lo que es un hecho, es que en cualquier libro, serie, o película, si no existe un antagonista frente al protagonista, algo va mal. Estamos acostumbrados a ver dos visiones, la 'buena' y la 'mala', en la que casi siempre el bien supera al mal y todo acaba en un final feliz -por así decirlo- que nos maquilla la verdadera realidad en la que todo no es tan bonito. Indirectamente nos consiguen engañar para crearnos la falsa esperanza de que al final todo acaba bien, pero debemos saber que lo que estamos viendo o leyendo sólo se queda en eso, en una serie, en una película o en un libro. La realidad se manifiesta transmitiéndonos otro mensaje.
 

Oh, 'realidad', dulce concepto que anteriormente analizamos ¿por qué te nos manifiestas? Déjanos vivir en nuestro mundo ideal, con nuestros caballos ideales.
*Filosofa mode on*
Si Demócrates renaciera y leyera el artículo que afirma que el mal ha superado al bien y que el malo atrae más que el bueno, digamos que cual Werther le pediría una pistola a su contemporáneo Sócrates para realizar un viaje a otro mundo porque el suyo ya no tendría sentido al estar todo perdido.


Según el experimento del artículo, hemos matado al Craig que egoístamente dejaba a su suerte morir a su amigo John por el simple hecho de querer llegar a la cima cueste lo que cueste, y sin embargo no le hemos matado cuando -por otro lado- decide abandonarlo para ayudar a otros escaladores.
 Mmm... ¿Hola moralidad? Sinceramente creo que el nivel de egoísmo es el mismo, ya que junto a los otros escaladores finalmente pudo llegar a la cima de la montaña abandonando, igual que en la primera situación, a su compañero.
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En el cine, los libros o las series frecuentemente nos encontramos con antihéroes. Werther sin ir más lejos se consideraba un antihéroe pero romántico, un antihéroe romántico caracterizado por ser rebelde, inadaptado, inconstante, egoísta y sobre todo, aventurero. 
En el cine, encontramos de entre tantos al conocido capitán Jack Sparrow o a nuestra amiga Maléfica. A Sparrow sólo por el simple hecho de ser un pirata ya estaba juzgado de por vida como malo y por ello la sociedad decidió que debía ser condenado a la horca al igual que todos los de su especie -aunque fue una condenación sin éxito-, quizá por eso nuestro pirata es así como es, tan genial.


 Por otro lado, aparece Maléfica, que en la reciente película nos muestra el por qué es como es, el por qué comete todas esas acciones. En este último caso la película pretende justificar que la protagonista tiene un buen motivo para ser así, la traición fue lo que le llevó a esa manera de pensar, la traición junto a la decepción de la persona más querida y de la persona que menos esperaba. Es ahí donde recalco a nuestras personas que parecen "inocentes" de las que al principio de esta entrada mencionábamos.


Otro ejemplo que destacar sobre un antihéroe del cine es al famoso V en 'V de vendetta'. El único objetivo de V era liberar al pueblo del régimen totalitario y fascista que se había hecho con Inglaterra. Aunque más que como héroe o antihéroe, algunos lo califican como 'justiciero'.


Nunca me había parado a pensar en cuanto me gustan los antihéroes del arte. Pero hoy me he dado cuenta de que sí, me encantan. Obviamente todos no, porque existen bastantes antihéroes a los que no soporto, antihéroes o villanos que acaban con la vida de alguno de mis personajes favoritos en la serie o que de por sí se caracterizan por emanar asco mostrando su verdadera personalidad.
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No puedo olvidar mencionar a uno de mis antihéroes favoritos que se hace llamar Stewie Griffin. Su mezcla de lactante psicótico, violento y maligno con las cualidades propias de cualquier bebé, sin duda le convierten en uno de mis perfectos antihéroes.


Yuno Gasai o Light Yagami, son otros de mis antihéroes favoritos. El caso de Yuno, es un poco parecido pero bastante diferente al de Maléfica, lo similar que le encuentro a estos dos casos es que las dos actúan de la manera que actúan por el simple hecho de haber sido heridas durante alguna etapa de su vida. Dejó morir a sus padres adoptivos de hambre en la misma jaula en la que le tenían encerrada a ella lo que provocó que entrara en un juego mortal para convertirse en el nuevo dios del espacio-tiempo, protegiendo por encima de todo la vida de Yukiteru, su obsesión. Por otro lado, Light Yagami, bajo el nombre de 'Kira' asesinaba a todos los criminales con el objetivo de crear un nuevo mundo en el que él sería el dios. Un mundo en el que sólo él, sólo Kira, sería la verdadera justicia, y para evitar ser descubierto y capturado utiliza su increíble inteligencia y poder de deducción para cumplir sus objetivos, aunque finalmente, bueno, podéis imaginaros. Con estos dos ocurre el final que les caracteriza siempre a los antihéroes, la muerte (spoiler del bueno) ya sea de una manera u otra, acaban muertos.


Aunque he de aclarar, que discrepo en el hecho que afirma el artículo, de que sólo nos gustan los antihéroes y de que sólo nos pueden gustar ellos. Es cierto que nos gusta que los personajes tengan su chispilla de maldad, sin embargo, a mi me suelen gustar también y un poco más los buenos, los 'buenazos' como anteriormente les llamábamos. Los que se sientan a comer pastelitos y odian perder, los que siempre ganan, aunque acaben con ellos.

 

A los que no les importa invertir su vida y darla si es necesario debido a que saben que todos los humanos, sin excepción alguna, eventualmente mueren.

jueves, 5 de febrero de 2015

Nietzscheievsky.

Достоевский, más entendido como Dostoievsky, fue uno de los primeros autores de la Rusia zarista cuyas obras se encargan de indagar en la psicología humana tanto espiritual como política o social. Durante su adolescencia sufrió la pérdida de su madre teniendo que quedar bajo la custodia de su autoritario padre. Un padre que años después acabaría asesinado por su exceso de dominación y control en la población. Todas estas desgracias llevaron a Dostoievsky a la escritura. A una etapa en la que se basaría en intentar resolver el misterio del hombre, el por qué se encarga de realizar todas estas frívolas acciones. Lo único que pretende es resolver este misterio sin pensar en el tiempo invertido en ello, como bien dejaba en claro en una de sus citas reflejadas en la 'Carta a su hermano'.

"El hombre es un misterio, hay que resolver el misterio y si uno pasa la mayor parte de su vida intentando resolver el misterio: no dirán que ha perdido el tiempo."
(Carta a su hermano, 1839) 

 Sin duda, pretendía resolver todos estos misterios desde una perspectiva real, verosímil. Es por ello que Dostoievsky se encuadra en la etapa del realismo literario, un realismo que se observa en cualquiera de sus obras, un realismo que caracteriza a Dostoievsky como uno de los más grandes escritores que plasma al hombre y a la sociedad del momento.


Para todas sus obras se aferró al uso de la psicología, aparezca más o menos, en cualquiera de sus obras aparece aunque sea alguna pequeña reflexión.

Parándonos en este punto, nos encontramos con Nietzsche, considerado como un gran filósofo alemán, poeta, músico y filólogo. Y a su vez, un gran lector que calificó a Dostoievsky como un psicólogo de primera, un psicólogo que le había inspirado y enseñado bastante sobre la psicología.

"Dostoievsky...El único que me ha enseñado algo en psicología..." - Nietzsche.

¿Pero cómo descubrió nuestro filósofo a nuestro escritor? Fácil, remontémonos al principio. Todo comenzó en el momento en el que Nietzsche llegó hasta una librería de Niza y se topó con 'L´espirit souterrain' de Fiodor Dostoievsky. En ese momento nació en él un curioso interés por este autor y por su psicología. Sin embargo, a pesar de toda esta admiración por la capacidad del autor al reflejar aspectos de la psicología en sus obras, Nietzsche no fue capaz de mencionar en su autobiografía "Ecce homo" al susodicho. Sólo mencionó a Stendhal, dejando en claro que excepto Stendhal, nadie le ha causado tanto placer y sorpresa. Cosa que sin duda era una calumnia, debido a que sí, el propio Stendhal influyó en él, pero también destacan entre los grandes a Dostoievsky, Shakespeare y Heine.


¿Y por qué decidió no mencionarle en su autobiografía? ¿Casualidad? Quién sabe. Quizá Nietzsche no sabía tanto sobre las obras de Dostoievsky o quizá es que Nietzsche junto a su espíritu alemán no quiso mencionar a nuestro autor ruso. Todos sabemos que entre los alemanes y los rusos siempre han habido rifirrafes. Tal vez, Nietzsche no quería aceptar la realidad de que un ruso le había enseñado algo como para dejar constancia de ello en su autobiografía. Pero repito, quién sabe. 
Sólo él lo puede saber, quizá fue por un descuido, por un olvido. Aunque tendiendo en cuenta todo lo que presuntamente le había enseñado sobre la psicología dudo que haya sido por un simple descuido o por un pequeño olvido.


Pese a esto, para Nietzsche, Dostoievsky era un gran psicólogo. Y nuestro filósofo presentaba la capacidad de entender cualquier reflexión sobre el hombre, sobre la sociedad de la época o sobre el comportamiento de cada ser, que nuestro autor reflejaba en sus obras. Y eso era algo que Nietzsche valoraba ya que al comprender y compartir el mismo punto de vista, le hacía disfrutar.


Por otro lado, encontramos otra cita que destaca entre las tantas de Dostoievsky, una cita que dice así:

"Por lo menos he vivido. He sufrido, pero, de todos modos, he vivido."

Con esta cita nos quiere decir que pese a todas las desgracias ha tenido la suerte de encontrarse en un mundo en el que, aún con su crueldad característica de ciertos momentos, ha podido vivir en él.
Nos quiere dar a entender que todo el mundo sufre pero que eso es tan sólo una etapa por la que todo el mundo debe pasar, es como una regla de la vida. Una regla que es casi imposible de saltar. 
Su finalidad es llegar hasta nuestras mentes y hacernos reflexionar que no todo en esta vida es malo, que sólo el hecho de vivir ya es algo. Algo que debemos de agradecer, porque los malos momentos son los que verdaderamente nos enseñan a crecer como personas y a su vez los que nos demuestran quién está y quién no en ellos. Se encargan de demostrarnos que sólo nos tenemos a nosotros mismos para todo y se encarga de repetírnoslo hasta que nos aprendamos bien la lección.


Y es que sólo el hecho de sufrir, es una mera manera de vivir, una manera de aprender y de crecer.

Sometido a tu amor.

Abducido por los juegos del azar me vi,
cuando de repente quise satisfacerte a ti.
Un aficionado más,
al juego de esta oscura sociedad,
de esta oscura realidad.

¿Y quién me iba a decir a mi
que teniendo a la ruleta como mejor amiga
pronto se convertiría en mi peor enemiga?

Fíjate, no sois tan diferentes.

Unos ratos la amaba,
mientras que otros simplemente la odiaba.
Al igual que a ti,
que causas en mi todas estas agonías,                 
todas estas simpatías.

Es todo tan contradictorio...
que a veces me gustaría sacarte de mi repertorio.
De mi repertorio vital,
el que te tiene en un pedestal.

Es que no puedo dejar de preguntarme
¿cómo consigues matarme de celos?
Y encima con esos lelos a los que tú llamas amantes.

¿Es sólo simple venganza?
¿Tu forma de ser?

Ven.
Ven y explícame.
Explícame y hazme entender
que sin ti la vida sí que tiene sentido.

Pero qué sentido va a tener
si cuando te alejas junto a él...
me haces sentir y ver que no lo tiene.

¡Te amo! Te amo tanto
que a veces me dan ganas de acabar
con todos ellos, tus amores, tus temores.
Me dan ganas de acabar contigo
y es por eso que me someto a ti.

Porque sin un poco de odio no hay amor
y sin un poco de amor no hay odio.

Agh. ¡Te odio! Te odio tanto
que a veces desearía borrarte de mi memoria,
pero esa es otra historia.

Y si lo hiciera,
le pido a dios, que me muera.
Mas no sin antes haberte llevado a ti
para volverte a conocer,
en otras circunstancias,
una y otra vez.

Y dime, ¿si lo hiciera?
Seme sincera...
¿Matarías a tu otro amor
para reunirte también con él?
¿O me lo encargarías a mi sabiendo...
que te lo voy a complacer?

domingo, 1 de febrero de 2015

Another way of life.

¿Alguna vez os habéis preguntado qué es lo que haríais si de la noche a la mañana una gran fortuna llegara a vuestras manos? ¿Quién no se ha llegado a preguntar o le han llegado a preguntar en algún momento de su vida que qué es lo primero que haría si se volviera rico? Oscar Wilde y Woody Allen coincidían en el hecho de que el dinero no da la felicidad, sin embargo nos causa una sensación tan parecida que haría falta de un especialista para verificar la diferencia. Es cierto que no trae la felicidad consigo pero estoy segura de que tú, que estás leyendo esto, y de que yo, que lo estoy escribiendo, preferiríamos llorar en un ferrari. Al igual que es cierto el hecho de que si no lo tienes, es casi imposible avanzar ya que a día de hoy el dinero se encarga de manejarnos cual marioneta a todos nosotros y a todo lo que nos rodea. 
 El "dime cuanto tienes y te diré cuanto vales" es como el "dime con quién andas y te diré quién eres", siempre ha estado presente en nuestra sociedad, al igual que las apariencias y las posesiones. 
Ese trozo de papel junto a esas monedas que cada día se hacen más de rogar, hacen que lleguemos a caer en un estado de engaño y esperanza hasta el punto de ponerse a soñar y a planear el qué haríamos si nuestra situación económica diera un giro de 180 grados.
¿Pero es cierto que no da la felicidad? ¿Quién no se ha alegrado nunca al encontrarse dinero cuando iba andando por la calle? En mi caso, el Jueves, iba yo camino a casa cuando de repente me encontré 20 céntimos, que por nada que parezcan, pueden llegar a alegrar bastante un pésimo día, pueden hacernos creer que la suerte está de nuestro lado a pesar de que en verdad no lo esté.


Haciendo relación con las citas que hemos tenido que buscar sobre el juego, se podría decir que el dinero al igual que el juego destruye más que el fuego. Porque a pesar de que ayuda bastante a cubrir las necesidades y satisfacer nuestros pequeños caprichos, puede llegar a cegarnos hasta tal punto de perder el control y no llegar a saber quién eres realmente, quién eras antes de poseer tal fortuna. El dinero en exceso puede llegar a volverte loco, arrogante y un gran megalómano.


 Y es que en los tiempos de crisis en los que nos encontramos ¿quién no daría lo que fuera por volverse rico y dejarse de preocupaciones? Si total, una vez que fueras rico, recuperarías al instante lo que diste por serlo. ¿No? Bueno, en el caso de que lo que hayas dado sea algo material.


En fin, no voy a entrar en temas poco relevantes aunque tengan que ver con esta entrada porque pienso que cada persona con una pequeña dosis de madurez en sí, sabe y conoce de sobra el comportamiento de la sociedad. 
La dualidad de mundos que existen en nuestro planeta tierra, el rico y el pobre, su gente. 
Todos sabemos que muy distintos no son ya que en estos dos mundos que se encargan de componer uno sólo, existe de todo. 
Si nos ponemos a generalizar sobre los ricos y su comportamiento ya estaríamos llegando a tocar el lado de aferrarnos a los tópicos y los estereotipos que comentábamos en la entrada anterior. Al igual que si nos ponemos a generalizar hablando sobre la gente pobre. Ni todos los ricos son más felices, estúpidos, seres superiores, o cualquier cosa que se digan sobre ellos, ni todos los pobres son vagos, delincuentes, amables o infelices. 
Indudablemente en los dos mundos abunda la hipocresía, la conveniencia. En los dos mundos aparece el tópico de las apariencias y de las posesiones de las que hablábamos al principio de esta entrada. En el mundo en sí, ya seas rico o pobre siempre vas a ser juzgado por esta sociedad que nos rodea.
¿O acaso pensáis que esta misma entrada que estáis leyendo no va a ser juzgada? 
Ya puede ser como buena o mala, bonita o fea, apropiada o poco apropiada, oscura o clara. ¿Veis? Juzgada.


Creo que es hora de compartir con todos vosotros mis futuros planes de vida si me llegara a tocar la lotería o si súbitamente apareciera en mis manos la herencia de algún familiar bastante rico y lejano al que nadie conocía pero el que decidió tomar la inteligente decisión de dejármelo todo a mi.


Comencemos.
 Lo primero que haría sería comprar una katana, sí, como leéis, una katana. 
Os explico, una vez que me hiciera con ese gran regalo material llamado fortuna, notaría como ciertas moscas revolotearían a mi alrededor. Por tanto y siendo claros, la utilizaría para alejar a toda esa gente que de buenas a primeras se hace tu amiga del alma para luego clavártela por la espalda, para aprovecharse al máximo de ti y de tu reciente fortuna. Con esto no quiero decir que me vaya a cargar con la katana a todo aquel que se me acerque, ya sea con buenas o con malas intenciones, pero sí que me divertiría un pequeño rato haciéndole pasar un susto, para que se las piense dos veces.


Lo segundo que haría, sería marcharme de Salobreña hacia otra ciudad o incluso hacia otro país, no tengo claro a cual, lo decidiría en el momento. Pero claro, no me iría sin antes haberme pasado por Granada para recoger el mejor regalo de cumpleaños y para poder aprovecharlo al máximo. //Thank u Brother//
Y sí, chicos y chicas, la típica gran mansión estaría entre mis planes.
Pero no sólo tendría una gran mansión, sino que también un gran chalet de lujo con piscina, varios pisos para alquilarlos -excepto uno que sería para mi- en varios lugares diferentes, varios coches, una caravana y una gran casa a las afueras llena de gatos. ¿Llena de gatos? ¿Obsesión? ¿Exagerada? Lo sé, ahora mismo vuestra cara es un mundo. Sin embargo, me da igual lo que penséis. Gato abandonado que viera por la calle, gato que me llevaba a mi gran casa de las afueras.
Obviamente todas estas viviendas tendrían asignadas a sus empleados correspondientes para mantenerlas siempre intactas. Porque sí, porque puedo o más bien, porque podría.
Ante todo, sinceridad.


Dentro de estas grandes viviendas me encargaría de que en la mía oficial, porque las otras serían para ciertas ocasiones -sin contar la de los gatos a la cual iría siempre para verlos-, construiría una gran sala de karaoke por un lado, por otro lado a pesar de la vagueza extrema que me caracteriza, construiría una sala para hacer deporte con sus cintas de correr y sus sacos de boxeo, entre otros. Una gran sala de juegos. Una sala de lectura, otra de estudio. Y por supuesto, como no, una gran sala de cine, en 3d y lo que no es 3d.


Compraría el mejor telescopio que existiera para poder observar de cerca y mejor todo. Dentro de la mansión construiría otra sala aparte llena de todo tipo de chucherías y de todo tipo de chocolates, una sala en la que en vez de agua en los grifos, salieran de ellos nutella. ¿Para qué preocuparse por los dientes? Si con todo el dinero que tendría podría pagarme una limpieza a fondo, o cambiarlos si desgraciadamente llegara a cierto punto de caries.
Está claro por lo que leéis que, hasta que las aborreciera, me hartaría de comer todas mis comidas favoritas.



También, aunque no lo parezca, me encargaría de participar en alguna película como protagonista a ser posible, y en alguna serie. Viajaría por todo el mundo en general. Irlanda sería uno de los lugares que visitaría primero junto a cierta persona con la que ya desde hace tres años lo llevamos planeando. Otro de los primeros lugares a los que iría sería a Disneyland, porque simplemente es una experiencia que me gustaría vivir.



Por supuesto y sin pensarlo dos veces, ayudaría en todo lo que pudiera y más, a mi madre y mis hermanos. Y a todas aquellas personas que me demuestran o me han demostrado que aunque sea un poco, les importo. A todos aquellos que, cuando me han visto mal, no han pasado del tema, se han preocupado y han hecho todo lo posible para sacarme una sonrisa y para no hacerme sentir sola o peor de lo que me sentía.
Me encargaría de crear una cadena de televisión en la que se transmitiera sólo puro anime y donaría algo de dinero, a ciertas asociaciones.
 Iría a todos los conciertos que pudiera y visitaría cada vez que quisiera a todos mis amigos conocidos a través de las redes sociales que no se encuentran en mi localidad. Y claro, siendo rica, tendría la oportunidad de conocer a mis cantantes y actores favoritos. Cosa que no dudaría en hacer.


Bueno, una gran cantidad de cosas más, ya fueran necesarias o no. Está claro que la mayoría de las cosas mencionadas no lo son, pero el tema es pensar en lo que harías. Otra cosa luego es la práctica. El hacer todo esto si realmente me tocara. Creo que me faltaría vida para hacer todo lo lo que he dicho y demás, ya que construir una gran mansión, viajar por el mundo y todo lo mencionado requiere bastante tiempo. 
En fin, dejemos de soñar y bajemos a la realidad.


Una vez leí que el pesimismo es el lujo de los ricos, pero realmente, pudiendo obtener todo lo que quisieras ¿qué te hace ser pesimista?


Oh, es cierto. No lo puedes obtener todo, sólo tienes varios trozos de papel que te controlan. ¿Dónde está el cariño? ¿Donde está el amor? ¿Dónde está la amistad verdadera? 
¿Dónde está ese gnomo de piscina de los sims 4 en la vida real? 
Ups, creo que me he desviado del tema.


Buenas tardes y que paséis una feliz semana.