sábado, 14 de marzo de 2015

Sweet cat o' mine.

Dicen que gato con guantes no caza ratones, pero caza corazones.
Desde el libro egipcio de los muertos hasta nuestra actual sociedad, tanto los grandes escritores como los pequeños y peludos gatitos que componen una mínima parte de la gran cantidad de animales que existen en el mundo, se han compaginado a la perfección y en buena compañía.
El amor y la adorabilidad que desprenden a día de hoy cuando les miramos tan sólo un instante no nos podría hacer imaginar el asco, miedo y respeto que llegaban a transmitir en el pasado.

¿Todo lo que se conoce y se ha conocido sobre ellos desde antaño hasta ahora se convierten para nosotros en supersticiones, mitos o verdades?
 Claramente es un misterio. 
El misterio que rodea al gato y envuelve al poeta, el misterio que lo sumerge en un agujero negro creado a partir de la mirada que se ha fijado en los ojos del lindo felino.
Ya sea gato doméstico o gato salvaje, podemos afirmar con seguridad y sin dudarlo ni un instante, que el término de "gato" junto a su significado se ha convertido en un símbolo. 
Símbolo que acaba representando lo que más desee el poeta en sus composiciones, ya sea desconfianza, amor, frialdad, fidelidad, infidelidad, o libertad.

Es sorprendente la cantidad de supersticiones y mitos que se han creado a lo largo de la historia frente a estas monosidades de patas suaves, y que las mismas hagan que -cual fangirl enfurecida a punto de rozar la locura por el amor hacia los gatos- me indigne al saber el asco y el poco respeto que continúa existiendo por parte de una gran cantidad de gente.
Aunque realmente no todo es miedo, aversión y desconsideración hacia ellos. En este gran mundo que nos envuelve a nuestro alrededor, hallamos también a los fieles seres que siempre han demostrado que no todo lo que dicen sobre los gatos es cierto, que realmente son amor y no malvados demonios que se han criado teniendo a Satán como padrastro.


¿Alguna vez te han dicho que tú y cualquier otra persona que se encuentre en tu círculo de conocidos os lleváis "como el perro y el gato"? Permitirme aclarar que ese refrán o dicho -como le queráis llamar- es más falso que una moneda con la cara de Popeye.
 Un perro y un gato pueden llevarse mucho mejor que tú y que la persona más allegada a ti emocionalmente. 
Ya sea con un perro, un pájaro, una mariposa, o una cucaracha que aparezca salvajemente desde las profundidades de la habitación, el gato se dedicará a por así decirlo a "jugar" con el otro ser recién conocido, a no ser que vea desconfianza o algo que no le guste. 
Porque a los gatos les gusta jugar, y si ven que la otra parte no pone de su esfuerzo para llevar las cosas lo mejor posible es como casi imposible de establecer una buena relación entre ambos.


No obstante, al igual que todos los seres humanos no son iguales, los gatos tampoco. Obviamente es cierto que cada cual tiene su carácter y que algunos parecen poseídos por el diablo al reflejar su sentimiento de superioridad para hacerse respetar. Al igual que existen personas frías, orgullosas, distantes o malvadas también existen gatos fríos, con un gran orgullo, distantes y malvados. 
Insisto: no todos son iguales, al igual que tú no eres igual que la persona que se encuentra a tu derecha o detrás en estos mismos instantes. Esa misma persona o ser no identificado para tus ojos a la que tu gato se encarga de observar fijamente de vez en cuando durante horas con su boca entreabierta, y con la que no duda en tener largas conversaciones, batallas de gallos e incluso karaokes de ópera cuando están en celo. 


Los mininos que cautivan nuestros corazones, que nos lo roban convirtiéndose en ladrones para romperlo o llenarlo de felicidad, han ido realizando su función en todos los ámbitos. 
Existen canciones en el ámbito musical en las que mencionan a estos, e incluso series y películas en las que aparecen con su papel de protagonistas, porque son tan capaces de atraer y seducir a los espectadores como de crearles repulsión o empacho.

Podría mencionar a miles y miles de gatos multiplicados por infinito que han triunfado en estos ámbitos, como: el famoso Gato con botas, Cheshire, Doraemon, Garfield, Bola de nieve en los Simpsons, Haru en el reino de los gatos o, si retrocedemos un poco en el tiempo, indudablemente no podemos olvidarnos de Isidoro, y de los aristogatos, de entre tantos.


En fin, podría realizar una amplia y extensa lista de la cantidad que existen, pero tengo la sensación de que no acabaría nunca y a su vez me parece que tampoco es cuestión de realizar un largo e interminable catálogo lleno de recopilaciones de todos los gatos que han destacado en el arte y en el mundo televisivo, aunque con gusto lo realizaría porque lo disfrutaría. 


En Baudelaire los gatos son recurrentes, en una parte de "Las flores del mal" les dedica unos cuantos poemas en los que refleja una imagen de ellos como un ser amigo de noctambulos, aliados a recuerdos o símbolos de libertades perdidas. Siempre expresó la pregunta de "¿por qué los demócratas no aman a los gatos?", pregunta cuya respuesta expresa de igual modo y de manera fácil de adivinar: porque el gato en sí es hermoso, revela ideas de lujo, de limpieza y de voluptuosidad.

Baudelaire presentaba este pensamiento 'lógico' debido a que en primer lugar, tenía la creencia de que los demócratas no aman a los gatos porque a favor de la opinión ajena han renunciado a la omnipotencia de sus propias ideas, se obligan a considerarse limitados en su suficiencia y están dispuestos a compartir el poder con otros. En segundo lugar, su ideología se veía influida también por el pensamiento que una vez Freud retrató en una de sus citas, concretamente en la que dice "los gatos parecen no ocuparse de nosotros en absoluto, se bastan consigo mismos". Por otro lado, el reflejo que le causaba un gato al dormir placenteramente era símbolo de que se encontraba 'filosofando', según nuestro autor francés. Finalmente, Baudelaire consideraba al gato como a un objeto de lujo porque le parecía realmente poético, y a su vez como a un objeto voluptuoso por su capacidad de restregarse junto a los muebles o las personas.

Todas estas teorías de Baudelaire, todos estos pensamientos e ideologías quedan reflejadas y más completas en "Mi corazón al desnudo" escrito por el propio autor en uno de sus diarios íntimos.


Otros autores como Pablo Neruda también han insertado en sus obras a la figura de el gato, como hizo por ejemplo en su "Oda al gato".

Me gustaría defender a los gatos ante la cita que en su día Freud tan vivamente recitó.
 En primer lugar, a los gatos se les ha incrustado injustamente la palabra "infiel" cuando dicen que todos los gatos son infieles porque tarde o temprano te acaban abandonando, permitidme dudarlo, en serio, permitidme dudar sobre ese estúpido tópico. En segundo lugar y a lo que quería llegar, eso de que los gatos no parecen preocuparse de nosotros porque se bastan consigo mismos, me resulta tan patético por el simple hecho de que existen casos como el de Homero que nos demuestran todo lo contrario, en este caso el gato llamado Homero, estando ciego para su dueña, defendió con uñas y dientes de un peligroso ladrón -cual película de terror- a la que durante toda su vida se había encargado de cuidarle. 
Por "personas" como estas que presentan tan poco respeto hacia los gatos e incluso puede que aversión, se han dado casos en los que por tener cierto parecido con dictadores como "Hitler", han llegado a extremos imperdonables como se puede observar pinchando en este último artículo.  
Entonces digo yo, ¿quién es peor, el propio Hitler o tú que por un gato tener cierto parecido con él, haces una especie de lo que hacía el dictador alemán con los demás? 
¿Quién es peor, el gato o el hombre?


A día de hoy el gato se ha convertido en una especie de moda, moda que -como cualquier otra- indigna a los que ya desde siempre les han gustado lo que ahora destaca y a su vez, les indigna el hecho de que se haya dado a conocer excesivamente lo bonito que ahora tiene y que realmente siempre ha tenido, lo que antes casi nadie conseguía ver.

Me parece necesario destacar la figura de la famosa "Grumpy cat" que colapsó las redes sociales y google en sí en su día. Una gata que posee su propio hueco en la página de Wikipedia.
Un gata a la que nadie le haría ascos por su cara, ya que todo el mundo desearía tenerla. Se podría decir que es una de las gatas más famosas del mundo entero. ¿Supera a Isidoro o a Doraemon? ¿Al gato con botas? No, a ninguno de ellos. En tan sólo unos meses consiguió hacerse igual de famosa que todos nuestros amigos gatunos ya mencionados.
Un gato a día de hoy es un diez, todo en lo que aparezca la figura de este felino hace llamar la atención e incitarte a continuar leyendo. Aunque si para todos nosotros los gatitos son el DIEZ, para nuestra Grumpy cat los humanos serían el...


Por otro lado, en nuestros tiempos sobre todo ha destacado la figura de el gato como "meme", a partir de las fabulosas caras tan expresivas de nuestros mininos se han realizado numerosas escenas con un toque de humor aplicado a una situación ficticia que se han llevado a cabo gracias a dichas posturas.






A su vez, podemos incluir aquí a "Nyan cat" que posee hasta una propia pagina web.


¿Quién es incapaz de adorar a estos seres? Quizá los que piensan que tener un gato es directamente proporcional a tener un asesino en casa porque sólo piensan en cómo acabar con tu vida...


Es algo que nunca entenderé, pero bueno, como dice el dicho: para gustos, los colores.


Para finalizar no he de olvidar destacar al Maneki-neko, el gato de la suerte o de la fortuna tan popular en la cultura japonesa. La escultura representa a un gato que le trae suerte a su dueño, en una actitud de llamada y no saludando como la mayoría de la gente piensa. Hoy en día existen miles de versiones del Maneki-neko y es frecuente verlas en negocios o restaurantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario